miércoles, 18 de marzo de 2009

empresarios de vigo

Se entiende por "gran Vigo" aquellos grandes hombres que han hecho grande a esta ciudad, la flor y nata de la sociedad, los que se han aprovechado y explotado de sus vecinos y de los recursos naturales, de las subvenciones y de los presupuestos del Estado para montar sus negocios a cambio de salarios bajos y condiciones laborales penosas.

Se entiende, por ejemplo, que los fundadores de Alfageme, la empresa conservera que fue vendida bajo la promesa de que un pelotazo urbanístico le permitiera a Promalar, la compradora, disminuir su actividad industrial para facilitar el mucho más rentable y cómodo del ladrillo, es parte del "gran Vigo". Ahora ese título de "grande de Vigo" será para los dueños de Promalar, suponemos, porque sino, no se entiende que se empeñen en que el Concello de Vigo le pague la urbanización de los pisos que quiere construir en la parcela donde se encuentra la fábrica de Tomás Alonso.

En cualquier caso, la compra de Alfageme les costó en su día 20 milones de euros, amparado en la buena posición financiera de la empresa compradora, que no parece que les costaría recuperar con la construcción de los 400 pisos que están allí proyectados, como mínimo. Bueno, esto era antes de que la burbuja inmobiliaria estallase y los bancos dejasen pasta a cualquiera que apareciera por la puerta con un martillo, cuatro tablas y un terrenito. Ni permiso municipal hacía falta.

El caso es que, por mucho que salga en prensa lo mal que lo pasan, lo cierto es que Alfageme es una empresa con ganancias. Otra cosa, claro está, son los proyectos urbanísticos de Promalar, que ya han recibido un palo en Aldán y que sus proyectos con la conservera los van a llevar a cabo por mucho que se empeñe el Pp en decir que es culpa del bialcalde actual.

Otros grandes de Vigo provienen del sector naval, ése que acapara más del 40% del mercado español. Uno diría que son un sector fuerte, digno, sin necesidad de vivir de subvenciones y capaces de sobrevivir con sus propios recursos, que generan más de 650 millones de euros sólo el año pasado.

Pues no, por raro que parezca, justo durante la campaña electoral solicitaron de la Xunta que mediara ante los bancos para que les facilitaran crédito, lo que consiguieron. Una vez pasadas las elecciones, llega la negociación del convenio colectivo, por lo que vuelven con la cantinela de su supuesta crisis.

Estos empresarios, que no conciben sus negocios si no es al amparo económico de la Administración, esto es, de todos los ciudadanos, se empeñan en sacaradelante proyectos empresariales basados en la subvención, en el convenio administrativo, en el apoyo financiero del Estado o en cualquier otra fórmula que les permita arriesgar lo menos posible a cambio del máximo beneficio. Amparados en una prensa que se empeña en ocultar lo que es evidente (el descaro de pretender que el Concello pague una urbanización privada o la manipulación de cuentas para distorsionar la imagen de partidos políticos o sindicatos), continúan su avance impasible hacia la creación de falsos mitos mientras los demás miramos.

2 comentarios:

Ana Pastor dijo...

No podemos olvidar como consiguieron algunos grandes hombres su riqueza. La mayoria tiene un pasado pero no tan glorioso que intentan ocultar

pablo gonzalez dijo...

o del que se pavonean en privado. El mito del gran vigo emprendedor y trabajador se sustenta en estas reuniones de borrachines subvencionados.