La Constitución garantiza la autonomía de los municipios. Estos gozarán de personalidad jurídica plena. Su gobierno y administración corresponde a sus respectivos Ayuntamientos, integrados por los Alcaldes y los Concejales. Los Concejales serán elegidos por los vecinos del municipio mediante sufragio universal, igual, libre, directo y secreto, en la forma establecida por la ley. Los Alcaldes serán elegidos por los Concejales o por los vecinos. La ley regulará las condiciones en las que proceda el régimen del concejo abierto.
En Vigo nos gusta mucho la cosa tan española de dar la razón al que más grita, sobre todo cuando la tiene. Pero eso no debiera de impedir recordar que la Democracia es la victoria de las formas. Soto sí que lo pasó mal, con alborotos en los plenos llamándole de todo cada dos días. Eran otros tiempos, en los que la manifestación éra el único instrumento que tenía la población para hacerse oír. No es bueno olvidar que en una democracia ya implantada y regularizada no es bueno ni tiene nada de positivo eso de irrumpir el funcionamiento de una insititución democrática, cagarse en los muertos del alcalde y salir como un macarra de barrio. Los procedimientos democráticos han puesto a Caballero de alcalde y han demostrado que la solución al principal problema del barrio de Coruxo se mantiene en el Ministerio de Medio Ambiente y no en una imaginaria depuradora en Baiona. Y la expresión de "robocop" sólo revela una macarrada impropia de una persona que represente cualquier comunidad, aunque sólo fuera de vecinos y una templanza digna de mérito por parte del insultado.
Es curioso el silencio de la prensa para sancionar esta actuación, en contraste con otras situaciones parecidas. Igual de curioso que el énfasis puesto en facilitar el que se vuelvan a dar.