el currante

Si hay algo que diferencia a Figueroa del resto de los mortales es su capacidad de currar. ¿Que hay que estarse hasta las tres de la mañana currando? Pues venga las tres o las seis, que tanto da, que para cuerpo serrano el suyo, calentito lo tiene de tanto pasear. Que luego tiene que estarse sentado y despierto en su puesto, pues bueno, no todo va a ser rendimiento óptimo, que también es humano. Y que conste que costumbre de trasnochar ya tiene el pobre, que esas ojeras no le salieron de estudiar, desde luego.

Toma la estrategia del boicot, que tan bien le fue a López-Cháves como diputado en la anterior legislatura autonómica, pretendiendo paralizar el funcionamiento institucional con peticiones imposibles. Ya puestos a presentar mociones podría solicitar una en la que explicara cuál de los proyectos de Vigo no ejecutaría él. Y como pista, podríamos empezar por ejemplo con el hospital. Puesto que es un proyecto supramunicipal en el que Vigo no tiene nada que ver gracias al convenio firmado en su día por Corina Porro, éste no cuenta. Que lo haga la Xunta ya. Después está la depuradora. Puesto que la multa la pagará el Estado, y mierda en Samil siempre ha habido, pues se puede tirar un par de lustros más. El Juzgado de lo Mercantil podría opinar después de pedir permiso a Molares y a Rueda, si es que sus dos jefes se ponen de acuerdo respecto a si irá a Vigo o a Pontevedra. También sería interesante saber qué opina del trato que da la Consellería de Educación a los colegios de Vigo o si está de acuerdo en que los vigueses vuelvan a pagar el peaje de Rande.

Tiene razón Figueroa, curro no le falta.

Poca gente ha entedido tan bien como Figueroa el espíritu nacional