los chopos de coia

A cuenta de estos chopos abrí un grupo en Facebook, hecho del que no sé si sentirme orgulloso o simplemente moderno. No es mi pretensión el darme publicidad, si no el traer unas declaraciones de María Villaraviz , presidenta de la Asociación Camiño Vello de Coia el 14 de mayo de este año respecto a las semillas de estos árboles y sus supuestos efectos alérgicos:

"Si vas en moto con el casco abierto, se te meten dentro y resulta incluso peligroso; entran por las ventanas en casa y están en todas partes por el suelo. La gente está molesta y los que sufren alergias, lo pasan fatal en esta época en Coia"

Lo que contrasta con las otras palabras de Elena González, presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Vigo ayer mismo:

"ningunha asociación veciñal de Vigo tenlle solicitado ao Concello que talase as árbores"

No sabemos si tampoco comparte las quejas por las obras o si logrará que se sustituya la tala de La Guía por una poda o directamente se adscribe a la política de algunos vecinos vigueses que tienen las ideas claras respecto a lo que hacer con los montes gallegos rodeados de urbanismo salvaje. Tampoco entendemos que Font no haya enseñado las tetas después de hablar con los vecinos de Teis a los que ha tranquilizado respecto al futuro de sus terrenos, así como de ofrecerles asesoría gratuíta respecto a sus obligaciones tributarias.

Ya puestos, sería hasta recomendable oír cómo se critica desde cualquiera de estas asociaciones vecinales tan bien coordinadas la política de Feijóo de gastarse el poco dinero que le dejaron los manirrotos gobernantes anteriores en la Ciudad de la Cultura compostelana y no en el hospital público vigués, ése del que dijo la Perly que no se podía aplazar ni un día más. Habría que recordarles que ya se pueden ocupar los terrenos sin necesidad de esperar, puesto que al ser considerado de "interés supramunicipal" no se necesitan negociar los precios de expropiación. Quizás decida unirse al punto de vista según el cual ese dinero que no aparece se puede gastar fuera de Galicia o en empresas amigas.

Poco valor tendrán esos argumentos de austeridad cuando desde el Pp se empeñan en exigir al gobierno central que gaste un dinero que Cascos se ahorraba en la construcción del Ave a Galicia. Aunque a lo mejor caen del caballo del liberalismo y descubren que se trata de que en tiempos de crisis el papel del gobierno no es el de ahorrar en cosas de comer, tal y como parece haber entendido Corina Porro ahora que está al frente del puerto vigués.

Aunque no deja de ser curioso que se le exijan cosas a gobiernos que abrieron el grifo, por ejemplo, abriendo nuevos juzgados, aunque no tanto como para no tener que elegir (por cierto, que haría bien el decano Barjardí en preocuparse más de su poca influencia entre sus colegas y menos de hacerle la pelota a quien no le dio al final el puesto solicitado). De éste que nos ha tocado en Galicia parece que ya estamos acostumbrados a que nos mientan sin casi haber empezado a gobernar, por ejemplo en el tema de las ayudas a los dependientes:

Feijóo anima a los dependientes que no cobren a denunciar al Gobierno

La conselleira Mato teme demandas de casos pendientes

En cualquier caso, parece que ya está claro quién va a pagar el pato de la austeridad. Los de siempre, desde luego que no.