lunes, 28 de abril de 2008

pasos


No puedo evitar el que el conflicto palestino-israelí me parezca una matanza de moros. El que los ataques de misiles caseros se respondan con campos de concentración, con bombardeos en los que no se distingue a niños de adultos, con destrucciones de hogares de familiares y, en general, con el desprecio más absoluto a cualquier derecho internacional, humano, o a la más mínima ética no ayuda a que simpatice con el estado israelí.

Ahora bien, que si alguien desea apoyar este Estado, explicar sus acciones, sin renunciar por ello a rechazar la barbarie, no podría condenarle más que a nivel personal. Vamos, que aunque me caiga fatal evidentemente le respetaría a él y a sus opiniones si fuera capaz de razonarlas.

El B.N.G. hace tiempo que renunció a ser una fuerza de izquierdas, así que no entiendo el que ideologicamente no pueda tener en sus filas a quien piense de esta manera. Pretender justificar la pureza de sus mandos, la obediencia ciega de los miembros de este partido, con motivaciones ideologicas es algo que se escapa a cualquier raciocinio democrático. Si hasta en el PP tienen a un moro que criticó la guerra de Irak.

Pretenden tirar del carro sin bajarse de la alfombra, contentos con buscar fórmulas léxicas que reconviertan el colonialismo en "auto-odio" y el auto-odio en críticar al líder. Causas para criticar las hay a cientos, pero la inteligencia para analizarlas es cada vez más escasa.