martes, 24 de febrero de 2009

últimos cartuchos

Quedan cuatro días de campaña. Excepto alguna sorpresa final en plan propuesta estrella poco queda ya por decir. La campaña del Pp no ha sido muy lucida, precisamente, puesto que empezó con la metedura de pata de Perly apoyando con sus graznidos habituales la manifestación de Galicia Bilíngüe un par de días de que las encuestas dijeran que ese tema no le interesa a nadie. Un puñado de votos del centro de Vigo la pusieron en mal lugar. A estas alturas, mientras Feijoóoo9 se empeña en hacer el ridículo criticando la situación sanitaria de Vigo, de la que él es responsable, se lleva de merienda a la misma Perly a los terrenos donde se ubicará el próximo hospital. La Perly presume de lo rápido que firmó ella el convenio con la Consellería de Sanidad, como si fuera un mérito firmar un convenio en el que la Xunta compra los terrenos, gestiona la administración de todo el proceso, construye las infraestructuras y el edificio y todo sin costarle un duro al concello de Vigo. Solo faltaría que no hubiera firmado en cinco minutos. No es de extrañar que a estas alturas, su popularidad haya llegado a su techo, que, por cierto, es el suelo de Zapatero.

Pero decíamos que Feijoóoo9 critica la sanidad gallega el mismo día que el "Círculo de la sanidad", una entidad formada por empresas privadas, tiene que reconocer el gran avance de Galicia en este campo los últimos años.

Los coletazos de las encuestas muestran un panorama electoral gallego claramente de izquierdas, con una tendencia a mostrarse satisfechos con la labor del gobierno actual. Que la izquierda es más crítica con sus representantes no es ningún invento, por lo que ya sólo cabe esperar que estas críticas no conduzcan al desastre que supondría el perder la esperanza de un cambio más gradual de lo que en buena lógica se esperaba. Algo de responsabilidad tendrán los que hablaban de "revolución tranquila" hace cuatro años.

En cualquier caso, Feijoóoo9 sigue siendo a día de hoy el líder gallego menos valorado, menos incluso que hace cuatro años, siendo el que más popularidad ha perdido en todo este tiempo. Teniendo en cuenta que estamos en una crisis de aúpa, no deja de ser curioso que la gente pierda más la fe en él que en los gobernantes. O muy mal lo hace o algo bueno ha de ver la gente en la gestión realizada hasta ahora.

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