lunes, 18 de agosto de 2008

vacaciones

Como también soy de Dios, me cogí vacaciones. Aquí una muestra:



En el Monasterio de los Jerónimos, los monjes recordaban que el casto José tenía las prioridades claras, aunque haya a quien le haga gracia.



Un poco más allá, las impresionistas vistas desde el monumento a los Descubridores en Belem no pueden disimular que los portugueses tienen nuestros mismos defectos (dedicado a Vigoblog):



Y, por último, para que conste que soy un turista como otro cualquiera, las referencias a la elegante decandencia lisboeta del Panteón Nacional en el barrio de Alfama, y al impresionante manierismo sobre el románico de San Tiago en Coimbra.

3 comentarios:

Unknown dijo...

lisboa, k bonita.

Anónimo dijo...

ay, pobre josé, que me lo quieren perjudicar

pablo gonzalez dijo...

cada vez que voy acumulo sitios a donde ir y lugares que ver. Y eso que el pobre josé ya estaba visto.