Habrá de empezar Caballero si pretende cumplir su amenaza de sacar los colores (porque otra cosa no va a poder sacar) a los responsables políticos de antaño y actuales que meten a las arcas viguesas en follones como los del Piricoto, por su propio partido. El clásico Soto, si de algo debe de avergonzarse, es de vestirse de colores, como si fuera su compañero de Micolor. Lo digo porque el tío todavía tiene el cuajo de repetir a quien quiera oírle que la licencia estuvo bien dada y que volvería hacerlo, que él es así. Algunos de los que le acompañaron en aquella aventura han sido convenientemente recuperados por el actual bialcalde, por cierto. Si quiere mantener esa imagen de despistado recién llegado, debiera asumirlo antes de hablar.
Creo que poco queda por decir respecto a este tema. Quizás Caballero no ande tan despistado, puesto que, a parte de nombres y apellidos, poco se puede añadir. Respecto a la estúpida solución de plantar árboles frente al edificio en cuestión, podría entender el silencio administrativo como aceptación por parte de la Dirección Xeral de Patrimonio. El Juzgado, aunque no le guste, ya ha respondido con el último escrito: las sentencias hay que ejecutarlas, no disimularlas.
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