Por fin una buena noticia en Vigo. Tanto, que nos hace sospechar que la próxima semana saldrá algún prohombre protestando por la presión inspectora de Hacienda. Resulta que de 400 empresas inspeccionadas en la ciudad, todas han sido pilladas in fraganti bien haciéndose las despistadas respecto a sus naves industriales, sus locales comerciales, los metros cuadrados, la potencia energética o, directamente, la pasta que ingresaban. ¿Es ésta la potencia del motor industrial del pulmón de la puerta del Atlántico gallego? Ni uno solo se ha librado de algún tipo de estafa al fisco. Si ha eso sumamos los bajos salarios de los gallegos y sus más bajas aún cotizaciones a la seguridad social, o el exquisito cuidado medio ambiental que les caracteriza, no entendemos a qué viene el pasarse el día llorando por lo dura que es la existencia de estos piratas.Por cierto, que sin plan de urbanismo y con tantos problemas como de los que se quejan los promotores, en 2008 han aumentado el número de locales, viviendas y fincas como el año anterior.
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