la colina de castrelos

También conocida como el Piricoto. Hoy la prensa recoge el aviso del Tribunal Supremo respecto a la obligación de derribo de este edificio. Algo así como sucedió en su día con los apartahoteles de Samil o con la casa de Sampaio.

El Atlántico Diario se para en recoger las declaraciones de los demandantes:

"Queremos que se cumpla el fallo con todas sus consecuencias y no vamos a dar marcha atrás en ningún caso. No vamos a escatimar esfuerzos personales ni cejar en el empeño para conseguir recuperar la legalidad urbanística"

No recoge la representación de éstos, por entonces, en la asociación de vecinos, hecho que sí hace la Voz de Galicia. Además, el periódico local menciona que el Concello planteó que:

"el auto recurrido habría incurrido en incongruencia omisiva por no resolver cuestiones y peticiones planteadas en otro recurso anterior, de súplica".

No explica cuáles son estas cuestiones que el Concello dice que no se han resuelto. Sospechamos que estas cuestiones supuestamente no resueltas son las que menciona el Fallo de Vigo:

"(El Concello) redactó un proyecto de medidas correctoras a fin de reducir el impacto de la urbanización y "armonizarla" con el paisaje. Entre otras incluía la instalación de pantallas arbóreas"

En cualquier caso, la respuesta es tajante, puesto que ni entra a considerar la idea, nacida y pagada en los tiempos en que Perly era alcaldesa. Plantar arbolitos no es suficiente para disimular, ni siquiera en este caso.

Aunque también podría referirse a que:

"La salida para impedir el derribo pasaría por que los propietarios soliciten de nuevo la licencia, incluyendo el proyecto de medidas correctoras. El Concello lo presentó hace ya más de un año a Patrimonio Histórico de la Xunta para que lo informase favorablemente, pero el departamento no ha emitido dictamen. También lo envió al Tribunal de Xustiza para que determinase si, con esa solución, la edificación se acomodaría a su entorno. Tampoco ha habido respuesta de esta instancia".

Esta "salida" tampoco la menciona el Atlántico, que prefiere señalar en el texto de la noticia unicamente las posiciones inamovibles del Tribunal y de los demandantes. El Fallo, menos dramático, propone soluciones, como vemos. La Voz, por su parte, tan escueta como las ganas de trabajar de sus redactores, acierta por la brevedad con la que resume los hechos.

Por su parte, el País recoge las declaraciones de Figueroa al respecto, más que nada para que quede constancia de que si lo del Piricoto es grave, más lo será lo de las Torres de Gran Vía.