Más juegos imaginativos: supongamos que junto a nuestros dos únicos amigos decidimos montar una asociación en defensa de los jugadores de rol, de promoción de la gastronomía gallega o de cualquier otra estupidez que consideremos amenazada o poco valorada.
Como actividad principal organizaremos una "perfomance" donde uno de mis amigos hace de gallina, con un guante de cocina en la cabeza, otro de cuchillo, con una aleta de tiburón en el mismo sitio, y yo, encerrado en una caja de cartón pintada al uso, hago de pastilla de Starlux.
Como el sitio mejor para hacer estas cosas es la calle peatonal del poblado, ésa donde no tose nadie sin que el cacique de turno dé permiso, pedimos permiso para montar el numerito en otro sitio, aunque luego nos vayamos donde da el solete y pasa más gente.
Puesto que nuestra actividad nos ha dado un montón de contactos y amistades a las que les pirra hacerse fotos con nosotros en la prensa local, para que se note que nos apoyan en nuestras promociones, hablamos antes con algunos números de nuestra agenda, para comentar la idea y tal. Hasta ahí, nada nuevo.
El caso está en que al cacique, aquel de lo de toser, está hasta las narices de que delante de su oficina se monten frivolidades (él dice esta burrada porque es insensible y no entiende los problemas que también son suyos, aunque no lo sepa), porque nuestros altavoces, donde reproducimos el chillido de la gallina ante la amenaza del cuchillo de matarife, le molesta. Mucho insolidario es lo que hay.
Menos mal que, llegado el momento en el que el tío cafre ha llamado a la policía, llega uno de nuestros contactos de la agenda, que se echa a llorar ante las evoluciones artíticas de nuestro perfomance. Ella tampoco entiende que existan seres humanos que no compartan nuestro dolor y, sobre todo, lo bien que lo contamos.
Le echa la bronca al policía, que. aunque dedicado a tan digna labor, si algo sabe en esta vida es que los políticos (porque nuestro contacto es política) vienen y van, pero que los que quedan son los caciques. Y que si hay algo bueno en su trabajo es hacer la ronda en la calle peatonal del poblado. Así que ni corto ni perozoso le dice a nuestra amiga que le suda mucho el rabo su cargo electo polo pobo de Vigo, sumarísimo y valeroso, que no se pone al teléfono para nada, que bien pudiera ser el borrachín del Opus, que cuando está colocado peores las ha montado que imitar la voz del jefe. Por encima empieza con la retahíla de si la normativa, la legalidad y esas chorradas que no entienden del sufrimiento humano ni de la iniciativa emprendedora genética viguesa.
Total, que a estas alturas, como ya sólo quedaba el momento cumbre de llenar de ketchup al personal, preferimos guardarlo todo y largarnos, que el que iba de cuchillo no estaba muy convencido del final (seguramente, porque le tocaba a él el tirar el condimento, el tío caguetas). Recogemos y nos largamos, que ya se las arreglarán entre ellos. Y si a alguien le tiene que caer el pelo será al policía listillo ese, por saberse de memortia el rollo de las normativas. Para lo que le interesa, claro, porque para dejar el coche patrulla en doble fila e hincharse a cañas no sabe nada.
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7 comentarios:
Querido colega en la blogosfera. El asunto que tratas, a mi modo de ver, está íntimamente relacionado con la perversa forma en que se ha montado el bigobierno vigués.
Tal y como se van "visualizando" las cosas, habrá que tener muy en cuenta a quién corresponde el "territorio" en el que nos movemos. La peculiar forma en que PSOE y BNG interpretan lo que es un gobierno (no dos) hace que acontecimientos como el que narras den para usar la palanca del chantaje.
Así, ya no se trata de un asunto entre particular y gobierno, sino entre departamentos del concello. Los "permisos" y las "influencias" se duplican. Si uno (el BNG, en este caso) quiere dejar a "los suyos" hacer de su capa un sayo, no tiene por qué pasar los filtros de la legalidad, porque la legalidad deriva (según ellos) de cómo interpreten los pactos de gobierno; como si esos pactos pudieran superar la normativa general.
La Méndez carece de toda capacidad legal para dar permisos de ocupación de la vía pública; pero puede chantajear, como seguro que está haciendo, y puede ignorar el funcionamiento de la maquinaria administrativa, porque en su concepto de "la política" y de "lo político" no cabe el de "legalidad".
Por una chorrada como la referida, tengo la seguridad de que habrá "advertencias" de ruptura del pacto de gobierno. Digo que habrá "advertencias", porque ninguno de los dos "socios" está dispuesto a perder la oportunidad de seguir en el machito. Una nueva edición del caso Ventura P. Mariño creo que está descartada.
Salud, y que no decaiga tu voz.
Estimado Marcos, creo que el conflicto político es posterior a los hechos. La Méndez, ante un acto generoso, se hace pepsicola y decide que eso que llamas "maquinaria administartiva" es el enemigo a batir y no el damnificado a proteger. Su capacidad intelectual da para eso y mucho más (a parte de otros méritos que nadie le niega). Ahora mismo al bng le conviene hacer ver lo malo que es el psoe, puesto que sus miras están puestas lo más lejos posible, y los socialistas son solo un escalón en su carrera.
En realidad no puede chantajear a nadie quien ha cometido el delito, en este caso los médicos mundanos y ella misma, con su falta de talante. Se libró gracias al buen hacer del policía, el Calviño, que a ver cómo saldría de ésa.
A quien seguro que mandan a vigilar Candeán a pié es al policía.
Querido cibercolega: efectivamente, lo del chantaje no era más que una forma de hablar, porque no sólo se haría desde la ilegalidad sino que, como decía, cualquier "desplante" puede dar con los dos socios del gobierno en la oposición que ya conocen.
En todo caso, lo que yo creo verdaderamente relevante es el criterio que sobre el principio de legalidad parecen exhibir algunos encargados de administrarnos lo nuestro, a cambio de emolumentos que nunca verían en su actividad profesional (si la hubiera) privada.
En el inconsciente colectivo del BNG (que ha ganado poder perdiendo votos convocatoria tras convocatoria) lo que ellos consideran "política" está por encima del bien y del mal. De esta forma se pasan por donde se pasan algunas cosas las exigencias de legalidad, transparencia y buen hacer a las que están obligados.
El episodio de Príncipe es un reflejo de lo que digo y, por mucho que la normativa diga que no se puede ocupar la vía pública sin un permiso específico para un lugar y una actividad específicas, ellos/as se indignan porque una norma "administrativa" pueda obligarlos. Sinceramente, creo que no son más maliciosos que ignorantes.
Por otra parte, no deja de ser cierto eso que dices, con razón, de que el enemigo a batir es el PSOE (y viceversa), y han de aprovechar cualquier circunstancia para que lo "visualicemos", incluido el uso de medios de comunicación despistados o subsidiados, que recogen, sin la más mínima investigación sobre su veracidad, la "filtración" interesada que les ofrecen los protagonistas del asunto.
Lamentable. Por eso bitácoras como la tuya, sin más pelos en la lengua que los necesarios para no mear fuera del tiesto, resultan imprescindibles para que en esta ciudad, y de una puñetera vez, los ciudadanos tengan algún punto de vista diferente al que, a golpe de talonario del dinero de todos, se empeñan en instalar los que deciden sobre el presupuesto municipal.
Salud y larga singladura, que falta hace.
Espero sinceramente que cada vez existan más voces protestanto contra el poder político que se salta las leyes cuando le apetece. Que concejalas como esta señora sean expedientadas por intentar saltarse la legislación vigente. Politicos sinverguenzas que hacen apología de la ilegalidad y del delito.
Estimado Marcos, veo que la intención de este modesto blog no logra sus objetivos. ¿Es que no se nota que meo fuera del tiesto? Hasta fuera de la taza las pocas veces que lo intento.
Bueno, vale; la culpa no es tuya ni del blog, sino de lo inadecuado de mi expresión. Efectivamente, hay que mear fuera del tiesto, ser políticamente incorrectos y hacer valer más un toma que dos te daré.
En realidad, con lo de "más pelos en la lengua que los que se necesitan para no mear fuera del tiesto" me refería a no andarse por las ramas, con eufemismos de dudosa eficacia política, y con expresiones insultantes o injuriosas.
Tú sigue meando fuera del tiesto, o fuera de lo que quieras, que no faltaremos quienes te aplaudamos la intención. De "pensamientos únicos" ya estamos más que bien servidos, como para que yo venga a jalear más.
O sea que, ¡más madera!, como dijo Marx (Groucho) y seguramente pensaba Karl, aunque lo dijera de otra forma.
Salud y marcha.
No teneís más remedio que mear fuera, por que el tiesto concelleril, polo visto, esta lleno de... !Alucino!
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