Si esto fuera cierto, no podríamos dejar de aplaudir tan alegre idea. Se supone que los militares están al servicio de la patria o de la Constitución o de España o de algo así, no de la Virgen María del Carmen. No digamos ya la Ministra de Defensa, claro. Debe ser que el moderno de Feijoó no lo entiende así, puesto que, según él, "hay cosas que cualquier ministro de España está obligado a respetar y acatar". Y la misa es una de ellas, por supuesto, la sagrada eucaristia, conforme a la cual el pan ácimo se transforma en el cuerpo de Jesucristo, hay que acatarla. No explica el porqué, pero suponemos que por el mismo motivo por el que hay que acatar este tipo de cosas: por cojones.
Esta chorrada del pepero la justificó en supuestas confidencias de los invitados. No sabemos si fue Touriño, el Delegado del Gobierno o los militares presentes. Bueno, estos últimos seguro que no, porque en un comunicado oficial hacen saber que no saben nada del asunto. Es lo que tienen los militares. Mucha misa, mucha ostia, pero a la hora de la verdad le dejan a uno con los calzones al aire.
Estamos por pensar que sería la Letizia (la otra de la portada del Jueves), la que después de "escuchar el himno con los ojos cerrados", emocionada, la que se dedica a darle al pico con los trajecitos de la Ministra y sus aviesas intenciones laicistas. Ya no quedan redactores como los del Fallo:
El canto de la Salva (sic.) marinera impresiona y más aún el homenaje a los caídos por la defensa de España
2 comentarios:
"señora, España y yo somos así"
Diego Serrano, jamonero mayor del muy honorable barrio de Santa Justa
hay cosas que cualquier español de bien debe acatar: el amor a la madre, el amor a la patria y la obediencia al caudillo, y todas ellas son expresiones de nuestra sumisión a Dios. Y hasta está, cojones, que me pone malo tanta explicación de lo que todos ya sabemos.
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