lunes, 17 de noviembre de 2008

herencias

Esta ciudad parece no acabar de arrancar. Entre los proyectos megalómanos del bialcalde y los lastres que dejó la anterior corporación ni acabamos de arreglar el Lagares ni terminamos su paseo, ni tenemos muy claro donde meter la porquería que genera esta ciudad. Quizás si nos planteáramos esta ciudad como lo que realmente es y no como lo que nos gustaría que fuese, podríamos darnos cuenta de a donde nos llevan las decisiones apresuradas, que nunca fueron una buena idea.

Desde este modesto blog propongo poner las cosas en su sitio, y volver a empezar. Dejarnos de grandes ideas, ordenar un poco la cabeza, y tener las prioridades claras. Cuando se hacen las cosas bien, no hay dinero que lo pague. El resto, es abrazar árboles.

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