miércoles, 29 de abril de 2009

los constructores

Le aprietan a Feijoó los constructores, que no quieren dejar pasar demasiado tiempo para cobrar su factura del apoyo dado al Pp en las recientes elecciones autonómicas. Por un lado exigen al nuevo presidente que modifique por su cuenta y riesgo el plan de urbanismo de Vigo, cosa que no puede hacer legalmente. Lo único que podría hacer por medio de la Consellería pertinente es aprobar o no lo presentado conforme a la ley, no a los intereses de nadie, y esto ya está cerrado. Pero esto son menudencias legales que no interesan a los constructores. Las leyes que nos protegen son molestias administrativas para ellos.

Por otro lado consideran que las leyes del hábitat son "inaplicables", pero sin especificar en qué. ¿En el tamaño mínimo que debe de tener una habitación? Entendemos que si ellos no van a vivir en ella, tanto da habitación que armario. ¿O en el número de metros cuadrados de las nuevas viviendas? Si cuando la ex-ministra der Vivienda planteó como "solución habitacional" los mini pisos fueron ellos los primeros en montar en cólera. ¿O en la obligatoriedad de no utilizar agua potable para las cisternas? Evidentemente términos como "sustentabilidad" no entran en los planes de quien desea construir en la costa gallega.

Además, pretenden que para acceder a una vivienda de precio protegido se tenga en cuenta el "arraigo" (sic.); mantienen que no tienen viviendas nuevas sin vender, lo que contradice los datos de la nueva Xunta y las supuestas facilidades que habría que darles a los compradores, que continúan activos, según sus cálculos; y, por último, se permiten el lujo de insultar abiertamente al alcalde de Vigo que, aunque no les guste, es el que hay, elegido democraticamente. Demuestran tener la educación de un pistolero de barrio, una incultura brutal y un ansia de beneficio fácil extrañamente desvergonzado, puesto que quizás convendría recordarles de dónde sale la actual crisis que vivimos y, muy particularmente, el paro que sufre el Estado que les da de comer.

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