Por mucho que duela, parece que en Vigo, a veces, hay que cumplir la ley. Si ayer era José Crespo, el responsable del edificio que Figueroa en su día le endosó a la Inmobiliara Karpin, quien se quejaba de que no le dejaran hacer lo que le diera la gana en el barrio del Cura, hoy parece haber entrado en razón. De hecho, ayer en el Atlántico Diario aparecía que "Crespo negó haber recibido ninguna comunicación del Concello", mientras que en el mismo diario hoy ya aparece que "el representante de la firma del solar reconoció haber recibido una orden del Concello para limpiar la propiedad hace un mes".
Suponemos que las Asociaciones de Vecinos, acostumbrados a quejarse por medio de la prensa, tendrán que acostumbrarse a utilzar los procedimientos legales que nos hacen iguales a todos, o que los hosteleros habrán de acostumbrarse a pagar impuestos hasta cuando no ganen tanto como antes.
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