jueves, 12 de junio de 2008

que alguien haga algo


Por Dios bendito, que alguien haga algo. Lo que sea. Sacar al ejército, repartir subvenciones por las calles, sacarnos de la Comunidad Económica Europea, fusionarnos con Francia o con Portugal, tanto da, pero, por Dios, que alguien haga algo.

La cosa comenzó con la Elena de Vecinos, que se empeñaba en convencer a la gente de que, a pesar de tener un local prestado totalmente gratis por el Concello, tiene total derecho sobre él. Que no es una delincuente por pretender darle el uso que ella y no su legítimo dueño pretenda hacer sobre él.

Después vinieron los armadores, los mismos que obligan a sus trabajadores a apoyarles en su cierre patronal, los que no respetan las medidas de seguridad, los que pagan los salarios más bajos todavía que la construcción (por aquello de lo bonito que es pasear en barco, se entiende) y los que si destacan por algo es por su insolaridad, raterismo e incivilización continuadas los que se rebelan porque no les sale a cuenta el trabajar. Eso Julio Alonso lo sabe desde hace años, de ahí que su alergia al trabajo se le haya acentuado hasta dejarle esa extraña estructura craneal.

Como si fuera poco, otro sector señalado para desaparecer, los camioneros autónomos, dueños de los secretos de los puticlubs de carretra de todo el país, expertos en conducir trailers totalmente colocados de cualquier cosa que les permita ahorrarse cuartos que sumar a sus exíguos beneficios, exigen ahora que se acabe de un plumazo el libre mercado, la competencia empresarial y todas esas cabronadas que defiende todo el mundo cuando las cosas les van bien. Solidaridad a pruebas de bombas cuando las cosas van mal, solidaridad ajena, se entiende.

Además de todos estos espabilados, la prensa ha dejado de hacer notar como todos estos cafres golpean a la policía, a los compañeros que no se suman a la huelga y en general a cualquiera que no esté de acuerdo con ellos. ¿Dónde están la encuestas populares de honrados ciudadanos de a pie quejándose de no tener pescadillas para llevarse a la boca por culpa de los trabajadores desmadrados? ¿dónde los honrados trabajadores de banca contando que les van descontar del sueldo el tiempo pasado en carretera? Los del metal ya tienen el terreno abonado para volver a tirar por la ventana los expedientes de la Xunta que se libraron de su última visita.

Todos estos personajes llevan ya varios días dando la paliza con un tesón insufrible. De nada sirve que yo mismo lleve varios años en su misma situación. Sin poder pagar la hipoteca, trabajando doce horas al día, pidiendo préstamos que no termino nunca de pagar, ... El próximo que pida será para comprarme un camión y plantarlo delante de algo que joda bien, como el Palacio de la Zarzuela, con una pancarta que diga "¿A ke esperas, Majestá, para apollar a tus súditos? No más coflitos y más soluciones a mis problemas. JUSTICIA."

Pero todo esto sería soportable, podría llevarlo con resignación ocultándome en un ostracismo informativo y social que me librara de este inesperado aumento del nivel de bobadas si no existiera la Perly. Lo único que se le ha ocurrido a esta estadista inconmensurable ha sido echarle la culpa a los extranjeros de "países orientales que nos traen su pescado, muchas veces sin los controles necesarios" y que el gobierno debiera dejar la CEE para poder marcar los tipos de interés, el precio de la gasolina y los precios de los servicios. Y lo demás son zarandajas de figurantes, buitres sólo ocupados en hacerse fotos con modelitos de Zara o así.

Lo malo de internet es que cualquier tonto tiene altavoz en la plaza pública.

2 comentarios:

Pablo Eifonso dijo...

Así che está a cousa: armadores, camioneros propietarios e Perli. Vou rápido a aprovisionarme e acaparar todo o que haxa na farmacia máis próxima. Puajjj

Ana Pastor dijo...

Por mucho que estrujo mi cerebro no se como montar una macro huelga de los currantes que llegan mal a fin de mes, que trabajan horas extras sin cobrarlas, que tienen hijos a los que casi no ven y que la hipoteca les sube de media 150 euros.
Este pais me encanta sólo se tienen problemas los empresarios y quien me iba a mi a decir, que la huelgas serían de jefazos.