hipotecas

El AVE va a entrar en Vigo hasta el centro mismo de la ciudad. Cuando hace más de un siglo se construyó la actual estación de ferrocarril se pensó en hacerla un poco lejos del centro, por aquello de que los trenes pasando no le gustan a nadie al lado de su casa. Con el paso del tiempo, gracias a dios, Vigo ha crecido y ha absorbido la estación actual, pasando a formar parte de eso que me gusta llamar "casco histórico" (por diferenciarlo del "vello").

El Vigo moderno prefiere construir sobre lo viejo y que podamos llegar en coche hasta la estación. Y para solucionarlo, se elige enterrar el tren. Por lo menos, la idea de que el tren sigue molestando se mantiene. Los vecinos que construyeron sus casas por el camino de entrada del tren se encuentran ahora que se van a quedar sin casas, porque los ferrocarriles modernos son más grandes y necesitan más espacio.

Actualmente no existe proyecto técnico, ni estudio de impacto ambiental. No se sabe si el túnel va a obligar a demoler las casas o permitirá mantenerlas. Por si acaso, los vecinos ya han comprado otras viviendas, quizás porque los bancos se creen que si se quedan sin casas será porque se las pagarán y porque los mismos vecinos pueden avalar la compra de una vivienda nueva. Por cierto, que para meterse en comprar una vivienda no han tenido muchos complejos.

Por otro lado, el Concello de Vigo ha decidido que será mejor solicitar que el Ministerio se comprometa a no expropiarlas (comprarlas), lo que no sabemos cómo lo va a hacer si todavía no sabe si será necesario.

Planificando las cosas de esta manera no es de extrañar que haya quien considere un mérito el que nos opongamos a que se amplie el Hospital de Lugo o que la Xunta cubra el coste de obras que la Diputación no es capaz de realizar. O que estemos orgullosos de hacer ahora un parque más grande que otro hecho hace más de cien años, y además sobre una zona que era verde hasta hace bien poco.