Una de las reivindicaciones de ERC, esos horribles y peludos separatistas catalanes, vendidos al Islam, respecto a los presupuestos generales del Estado, es lograr que las inversiones no realizadas se queden en Cataluña, y no en hospitales extremeños ni en pensiones canarias. Aquí, el Pp se olvida de que en Lugo o en Ourense se tienen necesidades y complicaciones bastante peores que dejar de ganar millones de euros por no poder construir un campo de golf pegado a la costa, así que reivindican que el dinero presupuestado en Vigo no se gaste en otros lugares.
El caso de la Ciudad del Mar es uno de esos en los que no dejamos de preguntarnos porqué no se dice de una vez que, cuando Pedrosa la adquirió a precio de oro al Ministerio de Defensa para sufragar la guerra de Irak, lo hizo con un coste excesivo a todas luces, a no ser que fuera para tirar las instalaciones deportivas públicas y montar hotelitos, apartamentos, centros comerciales, puerto deportivo, etc. Es decir, que Pedrosa lo adquirió para dar el gran pelotazo. Ahora este gobierno se encuentra con que Zona Franca ha pagado un dinero excesivo y que la única manera de compensarlo es cometiendo la barrabasada planificada. El conflicto es saber quién va a ceder, si Zona Franca o la Xunta. O si son capaces de llegar a un acuerdo antes de volver a hacer el ridículo.
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