martes, 31 de marzo de 2009

vuelve el hombre

Ahora que no sabemos qué será de la pobre Corina, Chema Figueroa ha decidido salir de su cueva para hacernos saber que el ejercicio de la política es algo más que la búsqueda del bien común. Recuerda que en su día se firmó un convenio entre el Concello y la empresa Cordelerías Mar para que ésta pudiera hacer frente al pago de las indemnizaciones a sus trabajadores, más de 300 familias que se quedaban en la calle sin ningún tipo de compensación. Con el cambio de la calificación del suelo en la antigua fábrica se podían construir 70 viviendas.

Esto es comparable para Figueroa con un pacto firmado a escondidas entre él mismo y Alfageme, una empresa que a día de hoy sigue reportando beneficios, para poder construir más de 400 pisos. Teniendo en cuenta que esta empresa antes que después se va a ir de Vigo, porque así lo planificaron en su día sus compradores, previo acuerdo con los sindicatos, a los que garantizaron los puestos de trabajo, no entendemos la obcecación de este edil en erigirse como defensor de los intereses privados de un particular.

Él sabrá porqué y lo sabrán sus votantes, ésos mismos a los que va a visitar puerta a puerta para convencerles de que si gana las elecciones va a retrotraer la historia de la ciudad unos quince años, que es lo que ha costado sacar adelante el plan general de urbanismo.

Por mucho que esconda sus intereses particulares bajo unas formas de animal salvaje para que le hagan caso los periodistas, en esta ciudad sospechamos hace tiempo que Figueroa tiene intenciones ocultas que explican sus alambicados razonamientos. Que vuelva la Perly a llorar junto a Elena González por cosas bonitas, como los parques infantiles, porque lo suyo en el puerto está cada vez más complicado.

No hay comentarios: