jueves, 4 de diciembre de 2008

pais

Vivo en un país donde es más sencillo construir un circuíto de velocidad en el medio del monte que pretender ordenar el caos urbanístico en un pueblo. Donde los artistas tienen que pintar retretes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Definitivamente, Lewis Carroll nunca imaginó que habría realidades más disparatadas que su obra. En fin.

Un saludo

pablo gonzalez dijo...

el bueno de Lewis y sus conejos apresurados encajarían muy bien por aquí.